Los 5 mejores tipos de martillos6 min read

Cualquiera sabe lo que es un martillo y como se utiliza, pero ¿sabe diferenciar los tipos de martillos y para qué sirven?

En las ferreterías o tiendas de herramientas ofrecemos una amplia gama de martillos. No todos los martillos son iguales, cada uno de ellos ha sido diseñado para una tarea concreta. Por ejemplo, un carpintero no necesita ejercer la misma fuerza que un chapista, por tanto, no usarán el mismo martillo. Después de una breve explicación, explicaremos los tipos de martillos, sus características y para qué sirve cada uno. ¿Empezamos?

Martillos: una larga historia

Empecemos por el principio. Los martillos son una de las herramientas más básicas y antiguas. Desde la Edad de Piedra los humanos (e incluso los primates) utilizaban piedras y garrotes de madera para golpear. Los ejemplares más antiguos encontrados datan del año 8000 a.C. Con el descubrimiento de los metales y paso del tiempo se fue perfeccionando la herramienta hasta el diseño que conocemos hoy en día. Durante siglos su utilidad no ha cambiado mucho. Usados por herreros, carpinteros e incluso como arma de guerra.

La herramienta siguió siendo completamente manual hasta 1849. Dadas las crecientes necesidades de carbón para las fábricas, la minería tomó una gran importancia. El primer modelo de martillo mecánico fue creado por Jonathan J. Couch y fue, precisamente, para facilitar el trabajo a los mineros. Este diseño, movido con vapor, se fue perfeccionando con los años hasta convertirse en el martillo neumático actual. Indispensable para obras y construcciones.

Por otro lado encontramos el martillo eléctrico. Esta versión increíblemente útil surgió en 1932 de la competitividad entre las dos grandes marcas Fein y Bosch. Ambas empresas luchaban por conseguir más clientes y, casi paralelamente, dieron en el clavo con un nuevo producto. En 1914 Fein patentó el diseño de un martillo electroneumático. Pero no fue hasta 1932 que se comenzaron a comercializar por parte de Bosch. Más adelante explicaremos en profundidad los martillos eléctricos.

Los martillos, más simples o sofisticados, nos han acompañado desde el principio y se han convertido en una herramienta fundamental para casi cualquier profesión.

Tipos de martillos

Hay pocas herramientas tan sencillas como los martillos. Cuenta con 2 partes: mango y cabeza.

• Mango: los mangos son básicamente o de madera tratada o de metal. En algunos casos, especialmente en los martillos muy pesados, cuentan con una empuñadura para evitar resbalones mientras trabajamos.
• Cabeza: la forma de la cabeza varía según la función del martillo. Normalmente es de metal excepto un par de tipos específicos.

Según sean estas dos partes, podemos encontrar diferentes tipos de martillos:

Martillo de uña

Maza de nylon

Los matillos o mazas de nylon son la herramienta ideal para no aboyar el material que quiere golpear. Se usan en mecánica, sobre todo en talleres de chapa y pintura ya que no dañan la carrocería pero permiten encajar y ajustar las piezas que hagan falta.

También existen los martillos de goma de caucho. Son aun más sutiles y no tienen tanto rebote al golpear con fuerza.

Martillo de bola

Los martillos de bola son mucho más contundentes, sirven puramente para golpear. Suelen ser de acero con el mago de madera o metal. Es importante que sea antideslizante. La cabeza tiene forma semiesférica, de ahí su nombre de martillo de bola.

Se usa principalmente en forja, cerrajería, herrería, fontanería y cualquier trabajo en el que haya que golpear metal.

Martillo de chapista

Los martillos de chapista, como su nombre indica, se usan para moldear las chapas y otras superficies metálicas. Son muy útiles en los talleres de reparación de vehículos. Normalmente tienen la cabeza plana pero hay de varios tipos según se quiera alisar la superficie o dar una mejor forma.

Martillos eléctricos

Por último: los martillos eléctricos. Son los más útiles y versátiles. Al funcionar con energía eléctrica, ya sea batería o directamente conectados a la corriente, tienen más fuerza y resistencia que los martillos manuales. De este modo, podemos acabar rápido y conseguir unos resultados perfectos.

Permiten una alta precisión gracias a que, cambiando el cabezal y la potencia, se concentran 4 tipos de martillos en una sola herramienta. Además, cuentan con la opción de giro, con lo que, además de un martillo, se tiene un potente taladro. Por tanto, ocupa menos espacio en la caja de herramientas que un juego de martillos y taladros.

Como no podía ser de otra manera, son los más utilizados por casi todos los profesionales. Se usan en grandes obras para levantar aceras, demoler estructuras de hormigón y para obras finas.

Trabajar con martillo

A pesar de ser una herramienta simple es muy peligrosa.

• Hay que golpear de manera perpendicular para dirigir bien la fuerza.
• Asegurarse de que el mango y la cabeza estén bien unidos antes de usarlo.
• Limpiar el óxido de las partes metálicas y conservarlo en un lugar sin humedad.
• Usar guantes y, si es posible, zapatos de punta reforzada.
• Usar gafas de protección.

Si se usa un martillo eléctrico hay que asegurarse de que el cabezal está bien ajustado.

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