¿Qué es la soldadura en frío?5 min read

Muchos conocemos los diferentes tipos de soldadura clásica como la soldadura oxiacetilénica (o por llama), la soldadura por gas, la soldadura por arco eléctrico o la soldadura por puntos. Existe, sin embargo, otra forma de ensamblar dos materiales de la misma naturaleza: la soldadura en frío o la soldadura química.

Como su nombre lo indica, esta tecnología no requiere un soplete ni una máquina de soldar. Se puede clasificar como soldadura química porque el conjunto está formado por dos componentes (una resina y un catalizador) que al mezclarse provocan una reacción química y una adherencia instantánea.

La conexión de piezas por el método de soldadura en frío, de hecho, se ha convertido en una solución bastante popular en los últimos años. Pero ¿Qué es realmente? ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Cómo se aplica esta técnica? En este artículo daremos respuestas a estas preguntas para garantizar buenos resultados desde un primer momento.

Soldadura en frío: Concepto y ventajas

La soldadura en frío es el proceso de unión en el que dos elementos en estado sólido se combinan, sin necesidad de fusionarlos mediante la aplicación de calor. Generalmente, esta técnica puede llevarse a cabo sobre materiales metálicos y plásticos y se suele utilizar para crear juntas a tope traslapadas.

Ya lo sabéis, este tipo de soldadura no depende del calor para cambiar el estado de los elementos a unir, sino que intervienen sustancias que permanecen en estado sólido durante todo el procedimiento.

Las ventajas que aporta esta técnica para mejorar la soldadura ante otras variantes de materiales de unión son:

• Evita las deformaciones (mecánicas o térmicas)
• Crea costuras constantes, suaves y confiables
• Ofrece la posibilidad de combinar aluminio con cobre
• Permite llenar huecos en contenedores y tuberías que contienen sustancias explosivas
• Ahorra energía y combustible
• Fomenta la seguridad ambiental
• No demanda el uso de herramientas especializadas

Es importante considerar que la soldadura en frío será perfecta para una reparación de bajo estrés. Pero, nunca reemplazará una soldadura por calor como la soldadura con soplete o la soldadura por arco.

¿Qué se puede reparar con este tipo de soldadura?

No se requiere entrenamiento para hacer una soldadura en frío. Basta con leer las instrucciones del fabricante y seguirlas al pie de la letra. Mayormente esta técnica involucra la utilización de un producto que demanda la mezcla de dos componentes antes de su uso, principalmente utilizado en los siguientes casos:

• Reparación de objetos rotos
• Pequeñas reparaciones de plomería
• Sellado de fugas
• Reparación de grietas
• Impermeabilización de materiales porosos
• Refuerzo de elementos debilitados

Elegir el producto adecuado

La reparación o el éxito del montaje dependerán de la elección correcta de los componentes. Resulta muy útil, incluso, tener a nuestro alcance una pasta de soldadura epoxi universal que pueda usarse en caso algún inconveniente con el proceso de unión.

Además, la pasta epoxi mayormente se puede aplicar sobre metal, madera, hierro fundido, piedra y otros materiales. También resiste altas temperaturas, sin embargo, para una reparación duradera es necesario elegir el producto adecuado entre los disponibles para los siguientes materiales:

• Acero
• Aluminio
• Cobre
• Acero inoxidable
• Hierro fundido
• Níquel

Aspectos importantes de esta técnica

Desde el auge de las reparaciones en frío, numerosos fabricantes han mostrado interés en el sector, con el objetivo de inventar productos competitivos altamente elaborados para usos específicos.

Entre las soluciones disponibles en el mercado para realizar una soldadura en frío se encuentran principalmente las colas, sin embargo, existen pastas duras de dos componentes que deben calentarse ligeramente antes de mezclarse. Según el metal a tratar, estos productos están compuestos por resinas plásticas líquidas y polvos laminares de metales refinados en relación con la química del elemento a reparar.

Considerad que la reacción química resultante de la combinación de los dos componentes es muy rápida. Así que preparad la cantidad que necesitáis para la operación. Para ello es necesario contar las siguientes herramientas:

• Una espátula
• Un trapo
• Una lima
• Una lijadora y papel lija
• Guantes de goma para cada manipulación.

Estas herramientas son suficientes para la aplicación de este tipo de soldadura. Eso sí, las herramientas de acabado (lima, lijadora y papel de lija) deben utilizarse de acuerdo con el tipo de reparación y el grado de acabado deseado.

4 pasos para realizar una soldadura sin calor

• Limpiad con un desengrasante, luego pasad un abrasivo sobre las piezas a ensamblar.

• Con ayuda de una espátula, distribuid generosamente el producto sobre la zona afectada y retirar el exceso con un paño.

• Después del secado y en función de la calidad del resultado obtenido y esperado, lijad para obtener un aspecto satisfactorio.

• Si es necesario, podéis pintar la superficie reparada.

• Tened en cuenta que si se trata de reparar una fuga, primero se debe cerrar el suministro de agua.

El aspecto estético del sello es muy importante, especialmente cuando se trata de la reparación de elementos decorativos o tuberías que requieran un aspecto visual impecable.

Conclusiones

Muchos conocen la soldadura en frío y algunos consumidores reconocen los beneficios de esta técnica. Pero al mismo tiempo hay una cierta categoría de artesanos del hogar que han tenido resultados negativos de su uso.

En la mayoría de los casos, la razón es obvia: no siguen las instrucciones y descuidan los detalles de esta tecnología. Y es que cuando la soldadura sin calor se aplica correctamente, el pegamento especial sujeta de manera efectiva las distintas partes a unificar durante bastante tiempo.

Podemos decir, por tanto, que este proceso de unión es muy efectivo para trabajaos que no requieran mucha complejidad, ya que no ofrece los mismos resultados que una soldadura a calor.